En pleno corazón de Brickell, una nueva marca de café irrumpe en la escena con una propuesta que combina lujo, calidad y conexión humana. Su objetivo era claro: diferenciarse en un mercado saturado, dominado por cadenas tradicionales, y ofrecer una alternativa más íntima y significativa para los amantes del buen café.
En pleno corazón de Brickell, una nueva marca de café irrumpe en la escena con una propuesta que combina lujo, calidad y conexión humana. Su objetivo era claro: diferenciarse en un mercado saturado, dominado por cadenas tradicionales, y ofrecer una alternativa más íntima y significativa para los amantes del buen café.
¿Cómo destacar en una zona donde la competencia es constante y la atención del consumidor es limitada? La respuesta no estaba solo en el producto, sino en cómo este se experimenta. El reto era crear un espacio donde la marca no solo se vea, sino que se sienta.
Desde nuestra visión, el diseño debía ser una herramienta estratégica, capaz de conectar emocionalmente con los usuarios y potenciar el posicionamiento de la marca. Por eso, concebimos un espacio centrado en la experiencia, donde la barra de café se convierte en el punto de contacto principal y en el corazón del lugar.
La elección de materiales naturales —madera, piedra, y acabados en tonos cálidos— generó una atmósfera acogedora y sofisticada. Además, la integración de ventanales de piso a techo permitió un diálogo fluido entre el interior y el exterior, capturando la luz natural y proyectando apertura.
El diseño invitó a la participación: los usuarios pueden observar, conversar y ser parte del proceso de preparación, creando una experiencia sensorial que trasciende el consumo y construye lealtad.
La apertura de The Convention fue recibida con entusiasmo. El espacio no solo atrajo a ejecutivos y profesionales de la zona, sino que también se posicionó rápidamente como un destino obligado para quienes buscan una experiencia de café elevada. Este proyecto demuestra cómo el diseño, cuando se piensa desde la estrategia de marca y la experiencia del usuario, puede convertirse en un diferenciador clave en la propuesta de valor de un negocio.